viernes, 22 de mayo de 2009

¿Dudas?

No quiero que mi mundo se inunde de lágrimas, aunque las noches de tormentas ligeras son muy propicias para ello; hay alcohol de por medio y la noche se va adentrando ligeramente...


-Ponme otra ronda- le digo al simpático camarero; y empiezan a desatarse los sentimientos... la lluvia cae lentamente; al principio tímida, después va cogiendo fuerza poco a poco y termina mezclándose con el desbordamiento de sentimientos...

No me siento orgullosa; se tambalean con frecuencia mis pilares y cada vez es más complicado mantenerlos bien firmes y sujetos. Dudas, rencores, sentimientos encontrados, venganza disimulada... no quiero dejarte paso... no quiero equivocarme de camino... (para mí eso es muy importante).


Te he dicho verdades importantes hoy.


Creo que a ti también te las dije en su momento; las escuchaste y terminaste haciéndolas caso; siento que no hayan servido para allanarte el camino, siento incluso el sufrimiento que has pasado en el transcurso; no pude evitarlo... (si ni siquiera pude evitar el mío propio... ¿cómo evitar éste?)

No sabes cómo me cuesta... no tienes ni idea... ni la tendrás...

Me cuesta horrores no pulsar las teclas indicadas, las que están pidiendo a gritos salir a la luz y que las escuchen... las que hartas están de ocultar tanta mentira, que ni es la tuya ni es la mía; y lo peor: que tampoco lo será. Y aún así sé que debo callar.

Porque son mis principios, mi identidad, los que me hacen ser quién soy, los que me hacen poder mirar orgullosa hacia atrás (por desgracia, no siempre; claro está). No quiero que me corten las alas, que me hagan callar, no quiero sentirme vulnerable, ni mala otra vez más.

No vuelvas a meterme en tu mundo de falsedad, no quiero formar parte de mentiras mediocres, de verdades a medio contar, de sentimientos egoístas, de hechos que me hacen sentir mal.

Y sigo buscando mi brújula... porque quiero desconectar...