A veces días oscuros se ciernen sobre nosotros; son días llenos de negatividad, días de pesimismo, días complicados que no me gustan, días que a veces no comprendo, días nefastos...
En fin, días malos, para que vamos a complicarnos.
Sin embargo, y aunque pueda parecer lo contrario, no son, ni mucho menos, días para olvidar; pues son estos días los que nos hacen valorar aquellos que son mejores, los que nos hacen más fuertes para que podamos enfrentarnos más valiéntemente a lo que esté por llegar.
Días que vienen sin avisar y a los que, a veces, tan sólo hay que dejarlos pasar.
Después vuelve la sed
Hace 5 años
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